

martes, 26 de febrero de 2013
HAY TANTAS FORMAS DE SENTIR LA MUERTE COMO SERES HUMANOS

lunes, 25 de febrero de 2013
martes, 19 de febrero de 2013
CONOCÉ LAS TRAMPAS DE LA MENTE


lunes, 18 de febrero de 2013
sábado, 16 de febrero de 2013
ARREGLANDO NUESTRAS VIDAS

martes, 12 de febrero de 2013
domingo, 10 de febrero de 2013
¿DÓNDE ESTA EL ALMA?
¿Qué es el alma? Una palabra tan simple, pero tan difícil de definir. Si se preguntan a ustedes mismos, ¿quiénes somos realmente? ¿qué dirían? ¿somos sólo el cuerpo o sólo tenemos un cuerpo? ¿somos la mente o tenemos una mente?
Esta claro que no somos ni lo uno ni lo otro. Nuestro cuerpo y mente son herramientas que nos fueron dadas para vivir en el planeta, para movernos, pensar, hablar, etc. Entonces, qué es lo que somos. El alma es lo que realmente somos. Esa energía de amor, esa chispa divina dentro nuestro, que es lo que nos hace estar vivos en un cuerpo, en el planeta, aquí y ahora. La religión católica la califica como “inmortal” y la define como el principio vital del hombre. El Bhagavad Gita, una antigua escritura de la india, la define como aquello que nunca nace y nunca muere, aquello a lo que el agua no la puede mojar y el fuego no la puede quemar, que es inmutable e indestructible.
Cuanta tradición espiritual existe, en su fuente, nos habla de esa esencia, del aliento vital por el cual se mueve lo que tiene nombre y forma. Aquello que si no existiese, no permitiría que lo captado por nuestros sentidos, literalmente, sucediera. El alma es el viajero incansable, que va cambiando de cuerpo, vida tras vida, así como nosotros cambiamos de ropa. El alma adopta una experiencia humana, para experimentar, el contraste y regresar a casa con la información de la totalidad, después de haberse sumergido un rato en la ilusión.
Sobre esa identificación con el ego, volveremos tantas veces en estas charlas de espiritualidad práctica. El olvido del alma, la creencia de que “Yo soy este cuerpo y esta personalidad”, es lo que genera el brutal sufrimiento humano. Somos encarnaciones divinas en un cuerpito humano durante un rato. Comprender esto, es el más rápido camino a la liberación de cuanta atadura haya tejido la mente limitada.
El alma es esa parte que está en todos y cada uno de nosotros, y nos demuestra que todos somos iguales en esencia, todos tenemos dentro esa energía que no es otra cosa mas que amor. Pero no amor de telenovela, sino amor puro, verdadero, incondicional, amor que entrega sin esperar nada a cambio, que ama por el solo hecho de amar. Somos ese amor, esa es nuestra naturaleza. Si dejásemos que nuestra alma se expresase, todas las personas nos comportaríamos con bondad y alegría, pero el mundo y sus situaciones cotidianas, nos envuelven con un velo de ilusión y nos hacen olvidar lo que realmente somos y lo mucho que tenemos para dar.
Así que, queridos amigos, dejemos expresar al alma. Amemos, amemos y amemos, vivamos en amor, ese es el único camino hacia una vida plena y feliz.
¿CREÉS EN LAS VIDAS PASADAS Y FUTURAS?
Amigos queridos, gracias por estar ahí con su búsqueda de una vida más profunda, más real. Muy conmovedores sus comentarios, estimulantes, y con preguntas que hablan de una indagación sincera, entre entusiasta y desesperada, tal es nuestro paso por la tierra, hasta que nos anclamos en una visión más clara del Ser.
Todas esas dudas, sobre miedos, soledad, divisiones mentales, rencores del pasado y miedos al futuro, las vamos a ir tocando en próximas entregas, esto tan hermoso que nos une a través de las charlas y textos de este ciclo.
Como dijimos en una de los textos anteriores, somos seres espirituales viviendo una experiencia humana. Esto significa que nuestro ser, lo que realmente somos, va experimentando vida tras vida, encarnación tras encarnación, aprendiendo y evolucionando, según la explicación Kármica. Acá viene un primer parámetro de consideración, para la gran mayoría de los habitantes del planeta, la reencarnación es parte básica de su enseñanza espiritual, en nuestro occidente, el tema tiende a ser más controvertido, se habla de merecimiento según las acciones, pero sólo de este plano y un cielo o un infierno. Los más dogmáticos se mantienen en esta postura, y aquellos que no se conforman con un Dios que en forma quizás ilógica, decide que un niño muera a los tres años y vivan Videla, Bush y grandes asesinos de la historia hasta edad avanzada, se vuelcan a la percepción de que esta vida es un granito de arena en la playa del vuelo del alma. Cada uno debería intuir en su corazón, sin creer a ciegas en la creencia ajena.
Cuando era chico y le pregunte a varios curas de mi barrio porque había muerto un chiquito amigo mío atropellado por un auto, todos me respondieron que esa era la voluntad de Dios, y eso me genero un conflicto con un Dios que sin explicación permitía un acto tan brutal. Eso podríamos ampliarlo, a los genocidios, torturas, horrores humanos de la crónica diaria, o a las enfermedades que parecen diezmar a inocentes que ni siquiera tuvieron tiempo de vivir, menos de dañar a alguien como para recibir su merecido. Volviendo a mi casa mi abuela me hablo del karma del merecimiento que se prolonga vida tras vida, como los grados de una escuela que van desde el jardín de infantes hasta los doctorados más sutiles, y que el alma encarna por un tiempo determinado cuando hay necesidad de un aprendizaje corporal, en el cual debemos experimentar lo que le hemos causado a otras formas de vida.
A mí, en lo personal, me cerro mucho más que la historia de un Dios castigador, que dictaminaba sobre quien caerían decisiones tan discutibles, como una criatura con cáncer, y Massera en su casa a los ochenta, por poner solo un ejemplo local y casero. Cuando empecé a leer con el tiempo a grandes seres espirituales, las enseñanzas de Buda, de Rama, de Krishna, Zoroastro, Moisés, Lao TSE, Confucio, Gandhi, Yogananda, la Teosofía, Ramana, Ramakrishna, Gurdjieff, los tibetanos, los chamanes andinos, o grandes pensadores como Sócrates, Platón, Homero, Shakespeare, Victor Hugo, Leonardo y tantísimos mas, todos coinciden en que una vida física es solo el resultado de las acciones que venimos acumulando, y que condicionan nuestro nuevo paso por el planeta para cosechar o saldar, lo que hemos causado en acciones, pensamientos y emociones, en la sucesión de encarnaciones que se necesiten. Una escuela perfecta de la que nadie escapa, sino es amando, amando y amando.
Dijimos que el karma es Acción-reacción. Causa-efecto. o como decía Jesús “El que siembra cosecha”. ¿Pero cómo se explica entonces un niño sufriendo un karma negativo? ¿Cuando realizó una mala acción para tener una reacción siendo muy pequeño, o habiendo recién nacido? Esto se comprende fácilmente si sabemos que venimos evolucionando de muchas vidas, que hicimos de todo, amamos, odiamos, fuimos torturadores, y torturados, mendigos, millonarios, víctimas y victimarios, ignorantes en distintos niveles, amnésicos como decía La Madre Teresa, y ahora recién vamos despertando en forma rápida y sublime al amor que somos. ¿Porque hay gente que nace tan pobre y otros en la riqueza? ¿Porque algunos tan enfermos, y otros con un cuerpo rozagante? ¿Porque algunos viven el abuso desde niños y otros son genuinamente deseados y amados? ¿Porque algunos nacen en un lugar patético y otros en aparente cuna de oro? ¿Porque alguien muere a cierta edad, en un accidente y otros durmiendo en paz en su cama?
El karma parecería explicar el porqué de la sinrazón, a menos que se tenga la simplicidad, dicho sin ironía, de aceptar todo sin cuestionarse internamente o sin percibir si hay realidades muchos mayores a las que hemos escuchado y repetido en forma irreflexiva. Amigos divinos, esto da para mucho , mucho más, y vamos a seguir con el tema, básicamente en las dudas que provoca en nuestro occidente llamado cristiano, y otras explicaciones históricas sobre las enseñanzas karmicas que fueron cortadas o suprimidas directamente en textos religiosos por el poder de turno. Mientras, una perlita, en Mateo 17, Jesús les dice a los apóstoles que Juan el Bautista ha regresado en el cuerpo de Elías, el profeta, y ellos no lo habían reconocido, hasta que él se los hizo comprender. Gracias por existir.
sábado, 9 de febrero de 2013
miércoles, 6 de febrero de 2013
martes, 5 de febrero de 2013
ENTENDER LA MUERTE (DOS)
A la muerte se le teme, porque no se la comprende, se la ve como un fin, una pérdida irreparable, en vez de verla como UNA CONTINUIDAD, UN TRANSITO ENTRE LOS DOS MUNDOS DONDE SE MUEVE EL ESPÍRITU, EL MUNDO DE LA MATERIA Y EL MUNDO ESPIRITUAL.
La muerte es para el ser humano, lo que la crisálida es para la mariposa, una metamorfosis que le permite extender sus alas y remontar su vuelo por sobre un jardín rodeado de flores. “La metamorfosis de la muerte constituye el único procedimiento posible a través del cual, el ser humano, puede escapar a las cadenas del tiempo y a las ataduras de la creación material, pudiendo así marchar al ritmo espiritual en la evolución progresiva de la eternidad”
La pérdida de un ser querido crea en nosotros la necesidad de hablar de la muerte, creo que es bueno el hacerlo, porque nuestra reacción habitual es no hablar de ella, tal vez como una forma inconsciente de alejarla de nosotros y especialmente de nuestros seres amados. Es más fácil encarar la propia muerte, que la de los que amamos, por temor al sufrimiento de la ausencia.
Los seres amados que se los ha llevado la muerte, en realidad no se los lleva, nos los toma prestados temporalmente hasta que nos reunamos de nuevo con ellos, han merecido terminar su misión en la tierra y poder continuarla en los mundos de estancia, que son esas muchas moradas de las cuales está compuesto el Mundo Espiritual y que en función de nuestro grado de evolución al morir vamos.
Por eso, las personas que fallecen, no mueren, renacen a una vida diferente porque ya no necesitan la envoltura humana, pero su alma inmortal continúa su camino ascendente y evolutivo.“Cuando el hombre muere, el espíritu comienza a alzar su largo vuelo en el gran viaje de regreso al hogar”.
Esta certeza en la vida eterna, debería ser el gran consuelo ante la pérdida de un ser querido, pero no debemos olvidar que somos humanos, y que como tales, es completamente lógico el sentir también un gran dolor, cuando un ser querido se aleja de este mundo material.
Nuestras lágrimas no deben avergonzarnos las lágrimas, son una expresión del dolor humano y que si ellas son serenas, limpian el alma y nos llenan de consuelo. Entonces, el dolor se convierte en camino de encuentro con esa otra realidad que tarde o temprano también nosotros formaremos parte de ella “EL MUNDO ESPIRITUAL” nuestro verdadero mundo, el cual podemos no comprender, pero sí aceptar. Este dolor aceptado, asumido e integrado a nuestra vida se vuelve suave, pacífico llevadero y luminoso….
El duelo, el llorar, no es incompatible con la alegría o la felicidad en el sentido de ser conscientes de que aunque esa pérdida nos duela, nuestro ser querido sigue estando cerca de nosotros. Podemos estar muy afligidos por la pérdida de un ser querido y al mismo tiempo, conservar una actitud de serenidad y paz interna, porque en el fondo de nuestro corazón, sabemos que llegara un momento en el que volvamos a estar juntos.
Así como las perlas valiosas, son el templo que el dolor edifica alrededor de un grano de arena, así también nuestras lágrimas, pueden transformarse en algo bello, cuando somos capaces de entender los procesos de la muerte.
Para que esto suceda, es indispensable que nuestras lágrimas sean producto de nuestro dolor y no de nuestra rabia o impotencia, porque las lágrimas amargas, son destructivas para nosotros y para los que nos rodean. Es fácil decirlo, pero para quien vive una pérdida, tiene que ser muchísimo más duro, sobre todo, cuando la vida de ese ser querido era un niño.
Si permitimos que el dolor y la amargura permanezcan en nuestro interior, no podremos continuar nuestra vida en armonía, porque el rencor es un lastre que anula cualquier grado de comprensión de lo que estamos pasando. Es permanecer encadenados al dolor que nos ha producido esa pérdida hecho, la única liberación posible es la aceptación a través de la comprensión.
Por eso, el dolor, el luto, como todo en la vida, tiene un comienzo y también debemos preocuparnos de que tenga un final, porque no es posible alimentar el sufrimiento con nuestras lágrimas inconsolables de por vida, la noche por oscura que sea, tiene un amanecer.
Nuestra pena también debe tener un amanecer lleno de esperanza, al saber que nuestros seres amados, se han ido, pero no han muerto, porque el sentido de la muerte, ya no es el final de todo, sino la oportunidad de renacer en los diferentes mundos del espíritu. “La mente entregada al espíritu, está destinada a hacerse cada vez más espiritual y finalmente lograr la unidad con el espíritu, alcanzando así la supervivencia y la eternidad de existencia de la esencia”
Por eso, nuestro recuerdo de los seres queridos, tiene que ser similar a los sentimientos que tenemos cuando ellos se van de viaje, no están materialmente con nosotros, pero sabemos que están disfrutando en otro lugar físico. Lo mismo ocurre con los difuntos, no están materialmente junto a nosotros, pero están “vivos” en otra dimensión y sólo nos llevan la delantera, pues a esas mansiones todos deberemos llegar, porque “esta vida es un puente, podéis pasar por él, pero no podéis pensar en construir sobre él ”
Cuando el tiempo pasa y nuestras heridas no cicatrizan, y el recuerdo del ser querido se hace doloroso, debemos pensar que tal vez debamos cerrar algún círculo inconcluso.
Tal vez nos agobie algo que hicimos o dejamos de hacer o de decir… en esos casos es bueno escribir todo lo que sentimos, como si estuviésemos hablando con la persona ausente, pedirle perdón si es necesario, disculparnos… dejar fluir nuestros más íntimos y secretos sentimientos… Y desde nuestro corazón mandarle siempre un pensamiento de amor, sabiendo que le llegara y lo reconocerá.
Cuando la muerte de los seres queridos, se ve bajo este prisma, la ausencia del ser amado es completamente diferente, se toma con la esperanza y la serenidad que da el conocimiento de los procesos de la muerte y las leyes espirituales.
Ojalá estas líneas basadas en las enseñanzas de las Leyes Universales y el Conocimiento Espiritual, mitiguen el dolor y acorten el duelo, y sirvan a todos, para familiarizarnos con lo que tarde o temprano a todos nos ha de llegar
ENTENDER LA MUERTE (UNO)
HAY UNA REALIDAD EVIDENTE, Y NO ES OTRA QUE EN ESTA SOCIEDAD BASADA EN UNA CULTURA MATERIALISTA Y CONSUMISTA OCULTA TODO LO RELACIONADO CON LOS PROCESOS DE LA MUERTE.
PERO ANTE ESTA EVIDENCIA SE ENCUENTRA EL SER HUMANO INTELIGENTE QUE, MOVIDO POR LA REALIDAD DE LAS COSAS, INTENTA ESTUDIAR, INVESTIGAR Y CONOCER UN PROCESO QUE TODOS SIN EXCEPCIÓN VAMOS A TENER QUE PASAR, Y NO SOLO A NIVEL INDIVIDUAL, SINO QUE EN PROCESO BILÓGICO NATURAL DE LA VIDA, ASISTIREMOS A LA MUERTE DE NUESTROS SERES QUERIDOS.
La muerte es, para todos nosotros, inevitable, y por ello debemos prepararnos para recibirla con todos los recursos que el conocimiento nos aporta, por un argumento lógico, sabemos que el miedo es solo desconocimiento, que tememos aquello que desconocemos, por consiguiente la mejor forma de dejar de temer algo, es conocer todos sus procesos.
UNA VIDA DIGNA SIGNIFICA TAMBIÉN UNA MUERTE DIGNA. TENEMOS QUE ALEJARNOS DE ACTITUDES INMADURAS Y SUPERFICIALES QUE CONSIDERAN LA MUERTE COMO ALGO QUE VA EN CONTRA DE LA VIDA HUMANA. SIN EMBARGO, ESTA ACTITUD ES GENERAL, Y EN ESTA SOCIEDAD ESTAMOS POCO PREPARADOS PARA VIVIR CON SERENIDAD LA MUERTE.
Con frecuencia, a los niños se les impide contemplar la muerte de sus familiares. Así se les impide aprender con naturalidad sobre un proceso vital.
Ello les prepararía para enfrentarse a las futuras muertes, tanto físicas como interiores, que sin duda sucederán en uno mismo y en los demás. Una persona que posee conocimiento no comete este tipo de error en la educación de sus hijos, pues la muerte debe ser comprendida como un proceso humano por el que todos vamos a pasar y que se debe conocer para que no cause temor ni sea doloroso.
Nada hay en la vida tan cierto como la muerte pero, a pesar de ello, no vivimos con el conocimiento de que en algún momento tenemos que morir. La muerte sigue siendo para nosotros algo abstracto e irreal. Debido a nuestra ignorancia, la muerte nos produce miedo y nos causa dolor hasta lo más profundo.
En ella se muestra el poder eterno de la naturaleza, al que todos hemos de doblegarnos.
ES UN ACONTECIMIENTO DECISIVO, QUE NO DEBE OCULTARSE CON EL MAYOR SECRETO, DEBE EDUCARSE AL SER HUMANO, A COMPRENDER QUE VIDA Y MUERTE SON LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA Y QUE AMBOS PROCESOS SON IDÉNTICOS.
EN UNO SE “MUERE” A LA VIDA MATERIAL PARA VOLVER AL MUNDO ESPIRITUAL DE DÓNDE VENIMOS Y AL NACER REPETIMOS EL PROCESO A LA INVERSA SE “MUERE” EN LA VIDA ESPIRITUAL PARA VOLVER A TRABAJAR Y APRENDER EN LA VIDA MATERIAL LO QUE NUESTRO ESPÍRITU NECESITA PARA SU EVOLUCIÓN.
Esta cultura la muerte es una gran equivocación. Debido al miedo a la propia muerte y a la muerte de los seres queridos la rechazamos e intentamos alejarla de la vida cotidiana. Pero esto es un problema para todos, porque todos nos enfrentamos, en un momento u otro, a la realidad de la muerte. Desde luego, esta actitud no nos prepara para lo que, antes o después, vamos a tener que enfrentar.
ES NECESARIO QUE COMPRENDAMOS QUE ESTA VIDA ES PASAJERA, QUE A ELLA VENIMOS A TRABAJAR, ESTUDIAR, APRENDER, EXPERIMENTAR, LA LEYES UNIVERSALES Y LOS PROCESOS EVOLUTIVOS DEL ESPÍRITU, EN SUS DOS DIRECCIONES LA INDIVIDUAL, COMO ALMAS INDIVIDUALIZADAS Y LA COLECTIVA COMO EVOLUCIÓN DE LA RAZA “HUMANA”.
FRENTE A ESE HECHO, TODAS LAS EXPERIENCIAS QUE VIVENCIAREMOS, EN EL PROCESO DE LA VIDA EN EL MUNDO DE LA MATERIA, ADQUIEREN SU JUSTO VALOR, INCLUSO LAS QUE TEMEMOS. LA CONCIENCIA DE LA FINITUD DE LA VIDA CAMBIA NUESTRA PERSPECTIVA Y NOS IMPULSA A VIVIR UNA VIDA SUPERIOR, MÁS PROFUNDA Y PLENA, EN EL AQUÍ Y EN AHORA.
Sin olvidar algo de suma importancia, para entender la muerte, el pensamiento racional nos lleva hasta un determinado punto de entendimiento, para ir mas alla de ese conocimiento racional debemos desarrollar otra forma de pensar que nos lleve a una comprensión mayor de los procesos de la muerte como puede ser la “INTUICIÓN” que es esa inteligencia natural no razonada, es decir para entender la muerte no solo necesitamos nuestro hemisferio izquierdo (lo racional) sino que debemos desarrollar y utilizar también nuestro hemisferio derecho (el analógico, atemporal y emocional).
RECORDANDO SIEMPRE A LO LARGO DE NUESTRA EXISTENCIA QUE:
“LA MUERTE NO ES TRISTE, LO TRISTE ES QUE EL SER HUMANO NO SEPA VIVIR”
CUANDO UNO SE SUICIDA
¿Qué pasa con el alma?
Vamos por un camino menos convencional que el que escuchamos hasta ahora-
El alma bien por un determinado periodo encarnado al planeta ya se a4 días o 104 años
Viene a cumplir con una determinada misión, así como es arriba es abajo .
O sea con un determinado aprendizaje ¿y quien define ese aprendizaje?
¿Quién define que un almita se quede 3 meses y otros 90 años?
¿Quién define que un chiquito muera de pequeño en un accidente y vivan un genocida o asesinos seriales?
El alma sabe claramente lo que venimos a saldar según lo que le venimos causando a otras formas de nosotros mismos.
Nuestro hemisferio occidental, el que cree , lo hace el que siembra cosecha como dice nuestro divino Jesús.
Y la religión cristiana te dice el cielo o el infierno según lo que haga, concepto por supuesto muy limitado.
Que eso viene en la Biblia que fue quitado según el poder de turno del poder del papa de cada tiempo.
Ahora nos focalizaos en el suicidio, para que un alma encarne tiene que soportar o superar lo que vino a experimentar para aprender esa materia karmita.
Pero focalicémonos en el suicidio Cuando un alma no decide completar una bipolaridad, no decide completar lo que tenia que vivir y por diferentes motivos como abandono de su pareja, un cáncer , perdió todo su dinero , fue estafado.
Toma cualquier camino para cortar su vida en esta tierra encarnado y se va.
Comúnmente se dice que ese alma que corto la carrera antes de llegar a la meta auque la faltaran 3 dias o 38 años no sabemos cuanto debe elegir inmediatamente un vehiculo de encarnación afín a lo que le va tocar vivir desde que encarna, es decir que va a vivir exactamente aquello de lo que quiso librarse y durara 15 años tres años 38 .
Si en ese tiempo despertase a la comprensión profunda de QUE ES UN SER DE LUZ QUE NACIO PARA SER FELIZ y cortara todo karma, significa no generar a otro lo que me ata si en ese tiempo que me va a tocar residual yo entiendo lo que es no generar a otra forma de mi mismo , lo que me va a hacer seguir naciendo y muriendo se me puede prolongar la existencia , entonces.
EL SUICIDIO SERIA UNA REPETICION DE GRADO.
CASTIGO , NO HAY UN DIOS QUE CASTIGUE, por que Dios es AMOR no es ni CULPA NI CASTIGO NI HORROR .
Ya sacaron el LIMBO ¿Cuántos años mas para sacarte el infierno?
El unico infierno tan temido es no saber quien sos y no amar.
Por esto este mensaje al que habrán tenido un suicidio en la familia , seguramente esa almita divina en un proceso de aprendizaje ya esta dando vueltas y viviendo lo que faltaba
Y una pregunta dura seria ¿Voy a poder reconocerlo’
Se dice que siempre vas a reconocer en la mirada los que han tenido juegos almicos con vos. Se llaman reconocimientos almicos.
No hay que tener nunca el delirio místico de esta obsesivo, de decir papa murió , mi hermano se suicidó ¿Dónde lo veré? E ir por la calle y me mire y me haga entender que es mi padre.
Ahí estas perdiendo el aquí y ahora. Sabiendo que el único instante que tenes es este en plenitud con la vida y te atas a que en el futuro yo busque y vuelva a encontrarme con quien tuve en mi pasado.
Si sos coherente, parece que en cada momento clave de tu historia vas a encontrarte con alguien y vas a decirle amo ¿Yo te conozco a vos?
- Porque me parece conocerte de toda la vida, pero en distintos roles no solo parejas.
Hijos, hermanos, gente con la que trabajas, amigos, o simplemente alguien que se te cruce en el camino.
Son esos reconocimientos almicos así como la mente y la personalidad encontrara una personalidad y lo reconocerás.
Esos Deja vu famoso.
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