El Rey de una importante comarca se sentía muy decepcionado pues a pesar de su poder no podía lograr que la hermosa ave que le había obsequiado el sultan de la comarca vecina pudiera volar. A pesar de criarla con mucho esmero y cuidado para que no le faltara nada. Su alimentación fue de lo mejor y estaba siempre al abrigo por las noches de toda tempestad. En verdad era la envidia de toda las aves de rapiña que había en palacio. Ella siempre se la veía esplendida descansando sobre una rama. Dia y noche en el mismo lugar. A pesar de todo ésta hermosa águila crecida desde pequeña no podía volar. El rey llamó a los mejores adiestradores que con singulares pruebas hacian lo imposible para que el águila volara. Una y otra vez todo intento siempre terminaba en frustación. Y así día tras día fueron pasando los adiestradores, también las esperanzas del rey. Cada noche era otra desilución pero... cada mañana se convertía en una nueva esperanza. Un día, muy de temprano llegó a palacio un nuevo adiestrador quien se ofreció y comprometió a que su águila volara. El rey desilucionado por tantos fracasos sólo se limitó a asentír mirandolo de costado lo que el hombre le decía. Ya a media mañana fué llamado el Rey a los jardines de palacio donde estaba el adiestrador y el águila para que presenciara lo ocurrido. Cuando el rey llego a los jardines...cual fue su sorpresa al ver que su águila, su hermosa águila estaba volando a mucha altura.
Pasado el primer momento mezcla de sorpresa y admiración por aquel personaje, le intrigó al rey saber cual era su secreto pues nadie había logrado lo que él sí. Al preguntarle el rey con una sonrisa en los labios. El adiestrador respondió: Fue muy fácil..Simplemente me limité a cortarle la rama.
Autor Desconocido
Reflexión:
En ciertas ocasiones de la vida, cuando transitamos la misma en una rutina sin demasiados sobresaltos y problemas , sin provocaciones brutales como pérdidas de nuestros seres queridos, separaciones, o quiebras comerciales , estamos adormecidos , atrapados por esta vida mundana que creemos que es solo lo que existe..
No somos capaces de ver más allá de lo que ven nuestros ojos , allí siempre hay un mundo que nos espera y nosotros vivimos ignorando todo ello, porque somos discapacitados emocionales..
De ese modo solo somos los espectadores de una novela el cual no tenemos el valor suficiente de ser los protagonistas.
Como decía La Madre Teresa “Confundimos ganarnos la vida con tener una vida”.
Y en ese acostumbramiento, dormidos y sin saber quienes somos se nos va la vida en la tierra.
No esperemos tener situaciones dolorosamente provocadoras `para despertar.
Ya no esperemos mas que alguien VENGA A CORTARNOS LA RAMA, para descubrir que somos capaces de volar por nuestros propios medios, con nuestras propias alas.
Despertemos y seamos de una buena vez los protagonistas de nuestra historia de amor y cortemos la rueda del nacimiento y la muerte, vida tras vida sin saber quienes somos , cual es nuestra misión en la tierra y que tenemos que resolver para que nuestro alma pueda volar como el águila y llegar a los lugares menos esperados porque los conocemos pero no nos animamos a terminar de aprender .
Escuchemos a nuestro alma más allá de nuestros oídos,, veamos mas allá de lo que perciben nuestros ojos y dejemos que nuestro ser sea capaz de amar
Incondicionalmente, solo así podremos decir que conocimos LA VIDA.
SOLO SABER “QUIEN SOY” nos transmite nuestro querido Claudio María Domínguez. Fácil de entender .
Difícil de aplicar
Beatriz Goldenberg
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